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La economía mundial está viviendo un momento de verdadera incertidumbre. No solo estamos intentando salvar por completo la anterior crisis, de hace más de una década, que todavía se dejaba sentir en muchos sectores. La epidemia global de la Covid-19 ha generado una implosión de los mercados, con una caída dela economía como no se veía desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Hay mucho miedo por lo que pueda pasar cuando todo esto termine, y los sectores de negocio seguros se cuentan con los dedos de la mano. La alimentación, sin embargo, puede ser uno de los más sensatos, puesto que es un sector de demostrada necesidad, que no ha sucumbido ante esta crisis, y que está produciendo incluso a un ritmo algo mayor que antes.

La gente va a seguir comiendo y alimentándose, incluso cuando no disponga de tanto dinero para gastar en este tipo de bienes. Las empresas de producción cárnica, por ejemplo, van a tener que afrontar una época difícil, pero seguramente puedan superar todo este bache ofreciendo un producto de calidad y apretando los precios para que la caída del consumo no sea tan grande. Dentro de este sector hay ciertos negocios que suelen ser más rentables que otros, teniendo en cuenta el dinero que debemos aportar para iniciar la actividad y el tiempo que necesitaremos para recuperarlo con creces. Uno de estos negocios son los criaderos de pollos, granjas en las que estos animales se crían y engordan para que, llegado el momento, sean sacrificados para la obtención de su carne, una de las más deseadas por los consumidores.

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Cómo es una granja de pollos

Las granjas de pollos entran dentro del sector avícola, que también incluye otras especies como gallinas, pavos o incluso patos. Dependiendo del tipo de granja que queramos montar, con vistas al negocio que queramos llevar, nuestra granja de pollos será de una forma u otra. Lo más habitual actualmente es criar pollos de engorde, para hacerlos crecer rápidamente, sanos y fuertes, y que lleguen a su estado adulto con la máxima carne posible para poder aprovecharlos. Es una fórmula que se lleva realizando décadas y que ha dado lugar a una explotación desmesurada de estos animales, que simplemente se dedican a comer y engordar durante toda su vida, encerrados en muchos casos en jaulas, lo que impide también que su carne sea de mejor calidad.

Una alternativa es optar por este tipo de explotación avícola, pero dar mayor libertad a los pollos. El engorde se realizaría de una forma más natural, y los corrales de estos pollos se mantendrían más abiertos, para permitirles un mayor movimiento que hiciera que su carne fuera mejor. Evidentemente, este tipo de granjas no contarían con tantos pollos para sacrificar al final de un ciclo, pero es cierto que lo que se pierde por una parte se gana por otra, en cuanto a la calidad de la carne que podremos ofrecer, mucho más natural y orgánica. El precio de este tipo de carne es bastante superior y hay una tendencia clara en el mercado por apostar por este tipo de carne más orgánica, de pollos criados con mayor libertad, y no encerrados en jaulas.

Cómo montar una granja de pollos

Para montar uno de estos negocios, que siguen siendo de los más rentables dentro de las opciones de explotación ganadera, debemos tener muy claro lo que queremos conseguir. El tipo de granja de pollos que queramos montar, ya sea de cría, de engorde, orgánica… Haremos un estudio de mercado para ver cómo está la situación en nuestra zona, la posible competencia, los puntos positivos y negativos de cada opción, y nos decidiremos por una de ellas, no solo la que resulte más beneficiosa a corto plazo, sino también la que nos permita mantener esa actividad en el tiempo durante varios años. Las soluciones cortoplacistas pueden ser muy beneficiosas al principio, pero evidentemente, luego nos darán muchos más problemas, y tendremos que volver a pensar en otras soluciones.

Una vez tengamos decidido el tipo de negocio que queremos montar buscaremos la inversión inicial, que seguramente sea alta, tanto si empezamos desde cero como si estamos pensando en comprar o alquilar una explotación avícola ya existente y puesta en marcha. Una de las formas más habituales de conseguir el dinero es pedir un crédito en el banco, para lo cual necesitaremos no solo el estudio de mercado, sino también otro estudio de viabilidad del negocio a varios años vistas. Endeudarnos puede no ser la mejor idea del mundo, pero en muchas ocasiones es la única forma de levantar un negocio que, si va bien, nos dará de sobra para devolver el préstamo y tener unos buenos ingresos.

Venta y alquiler de granjas de pollos

La necesidad de montar una granja de pollos desde cero puede ser interesante, ya que lo haremos a nuestra manera, empleando nuestro tiempo en preparar todo el lugar, comprar una nave, diseñar los corrales, elegir el tipo de alimento que daremos a los pollos, la raza de los mismos… Si nos gusta este tipo de negocios y queremos meternos de lleno en él, empezar desde cero sí que puede ser una verdadera aventura, pero a veces sale demasiado caro. La otra opción es encontrar una granja avícola que ya esté funcionando, y comprarla o alquilarla, según lo que el dueño  nos permita. De esta manera ya tendremos un negocio en marcha, seguramente con todas las estructuras bien engrasadas para que funcione a la perfección. Sería como obtener un traspaso de negocio, en lugar de crearlo nosotros mismos desde cero.

Es rentable una granja de pollos

Según los expertos, crear una granja de pollos sigue siendo actualmente uno de los negocios más rentables dentro de la explotación ganadera. Estos animales suelen ser muy económicos ya que no son muy grandes, no necesitan mucho alimento y pueden producir carne suficiente para una buena producción anual, carne que además se vende fácilmente en el mercado, ya que es muy demandada. Las granjas orgánicas, más sostenibles y que ofrecen una vida mucho mejor a los animales, están más de moda que nunca en muchos países, y  la tendencia del mercado apunta a un crecimiento evidente de este sector en los últimos años. Es un negocio complejo, porque hemos de controlar muchísimas variables y cuidar bien de los animales que criamos, pero si sale bien nos puede dar muchos beneficios.